El nuevo fanzine del CENBA - crítica

El nuevo fanzine del CENBA

crítica

Comprendiendo completamente la carga valorativa de la palabra crítica, y tomando la responsabilidad de destrozar la figura de cualquier medio o entretenimiento que acabe con el monopolio de nuestra revista, es que hemos decidido darle un espacio a la opinión que nos merece Fantasma Escritor.

En un primer momento, dimos de lleno con el nombre, sin entender por qué un ícono de los noventa, de nuestra infancia de oro sostenida por la privatización sistemática del entorno que nos rodeaba, fue honrado con tanto ahínco. ¿Por qué razón se asocia al CENBA con un fantasma... escritor? Al voltear un par de páginas lo comprendimos: hay un artículo escrito por Hernán.

Intentamos seguir con nuestra lectura, pero los garabatos dibujados al margen nos desconcentraban un poco, y pensamos que la revista se había llevado por delante una madreselva. Siguiendo con nuestra definitiva soberbia, centramos nuestros ojos en un simpático artículo de Martín Aranda, nuestro querido fan. Fue ahí que no pudimos evitar darnos vuelta y ver si no estaba el mencionado personaje allí mismo en el centro de redacción, parado con sus tradicionales pantalones desgastados, con los ojos brillosos como niño en el jardín fuera de la ronda e implorando sin palabras "¿Me dejan jugar con ustedes?".
No podemos dejar pasar la ocasión de aclarar que su picaresco humor es un plagio. No sólo tenemos que soportar los descarados plagios que nos hace la revista Barcelona; ahora también nos copian en nuestro propio colegio. Una actitud que no sólo nos indigna, si no también nos obliga a parar dos semanas para pensar chistes ya que todos los buenos nos han sido ultrajados.

Sin embargo, la emoción recorrió nuestro cuerpo al hojear la sección de literatura, donde se hizo más que evidente la gran cantidad de subscriptores y adeptos que tiene El Eje y lo quemados y derruídos que están al notar lo seriamente que tomaron nuestras indicaciones previamente publicadas en el número anterior.

La sucesión de sustantivos extra-adjetivados nos ha empalagado un poco, así que volvimos unas hojas atrás y leímos el artículo de nuestra querida Mariana. Nos encanta cómo intercala un registro formal e informal, casi que la podemos imaginar correteando por los claustros. El artículo es del golpe de estado en Honduras, pero como dice la Chiqui, esas cosas de otros países, no interesan.

Cuando llegamos al final, sin embargo, encontramos algo que no nos indignó, no nos enojó, sino que nos dio lástima, apatía, desasosiego (y todos esos adjetivos snobs que la gente incluyó en versos sin sentido, o palabras inconexas que Anita Schwarzenegger decidió que, intercaladas, podían contar una bonita, atrapante, estética y llamativa {el sarcasmo no nos dio para más, tanto teníamos para remarcar que incluso dentro de un paréntesis tuvimos que abrir una llave} historia sobre una niña virgen): leímos un artículo de uno de los supuestos redactores de El Eje. Consideramos necesario aclarar que, si bien formó parte del staff , luego de leer el artículo, lo expulsamos. Toler, ¡no caigas en giladas, tu humor histórico necesita un chequeo urgente! Si querés te prestamos el reloj de Bernardo, así podés volver en el tiempo y ver que hasta la historia de Miguel Cané o la fundación de los jesuitas son más graciosas que tu artículo.

En definitiva, y haciendo un balance, apoyamos toda expresión cultural proveniente de cualquier ámbito (exceptuando la comisión de cultura), por lo cual, esta revista de carácter humorístico-informativo-social-criminalístico, cuenta con nuestros aplausos y felicitaciones, ya que nos fue útil en extremo: descansa bajo la jaula de Tito, el loro de la redacción.