Entrevista con el dealer de Virginia
No será sorpresa para los asiduos concurrentes al establecimiento de Bolívar 263 que G.G. suele operar cargada con un cóctel de pastillas, aceites, brebajes y whisky. Siempre con un pie adelante, decidimos corroborar un supuesto mito urbano.
Hugo, Seba, Freddy, Gonza, Manu, Fede, Charly, Rolo y Mario. Negativo. Proseguimos. El mapa de la droga no daba tregua. En el universo del anonimato, el encubrimiento y la complicidad son moneda corriente. Así es cómo decidimos comenzar a pagar a los portadores de nuestras primicias. A punto de rendirnos, encontramos la respuesta, frente a nuestras narices.
El director de esta revista, frente a las presiones políticas que la crítica sistemática acarrea, se ha hecho fanático de adquirir, ilegalmente, pequeñas dosis de Tandospirona, conocido
ansiolítico contra el estrés y los ataques de pánico (Fuente: Facebook). Luego de reflexionar un poco, comprendimos que la rectora de ninguna forma abusaría de las drogas al alcance del estudiante común, más bien estaríamos ante la presencia de una adicta a los psicofármacos. Así es como, mediante la agenda del celular de nuestro director, encontramos un sospechoso contacto llamado "Mr. X", el presunto proovedor ilegal de dichas sustancias.
Discamos. Concretamos una cita para conseguir Ibupirac (no queríamos tener problemas mayores). Fuimos citados a un callejón cercano al establecimiento médico de la Universidad en la calle Hidalgo.
-Buenas tardes Mr. X, ¿Tiene lo nuestro? -Sólo si me mostrás lo mío.*
Nerviosos, hurgamos nuestros bolsillos en busca de una receta. Al instante caímos en la cuenta de que el Ibupirac es de venta libre y de que, además, en el caso de pretender obtener una sustancia de receta médica obligatoria, no la necesitaríamos. Nos tranquilizamos. Le dimos el dinero.
-Antes queríamos hacerle unas preguntas. Tenemos más dinero. -De Segovia yo no hablo. Hace tiempo que no estoy en esa.
Le mostramos una foto de Virginia. Automáticamente se echó para atrás. El pánico inundó su rostró. Lo entendimos, la posibilidad de perder a una gran clienta lo asustaba. Afortunadamente, estábamos preparados para eso. Sacamos más dinero y una foto del Vachap, autografiada. El diálogo que siguió es reproducido a continuación:
-¿Cómo fue su primer contacto con G.G.? -En una fiesta de CTERA, año 2005. Andaba con ganas de algo nuevo. A partir de ahí volvió cada tanto, pero jamás la vi tanto como en el último mes.
-¿Qué sustancias adquiría?
-Usualmente Clonazepam y Ketazolam. La mina estaba presionada, sobre todo vigilada
desde arriba. No era ninguna gila, al principio no mezclaba. Pero a partir de Octubre y con este quilombo, me pedía todo tipo de cosas: Nitrazepam, Triazolam, Stilnox, Foltran, Buspirona, Tranxilium, Duloxetina, Trazodone, Fluvoxamina, Humoryl, Stelapar, y hasta DOV-216603. La guita es la guita, y bueno, vos sabés, yo le daba lo que me pedía. Ella llegaba con olor a Whisky y totalmente perdida. Fue un descontrol, cuando la vi en la tele no lo podía creer, se trababa, no encontraba las palabras, estaba en otra. Espero que esté más rescate porque si se nos va para arriba no sé qué voy a hacer.
-¿Usted alguna vez se negó a proporcionarle las drogas?
-Sí, imaginate, yo no soy boludo. La mina empezó a mezclar y a mí ya no me convenía. Mirá si se mataba. O peor loco, mirá si le abrían una investigación y yo caía en cana. Las última vez la mandé a volar, pero me empezó a amenazar. Me dijo que me iba a sancionar, y no me animé a decirle que yo no estoy en su colegio porque la locura a la cual llegó me hizo cagar todo. Así que le di las cosas y me fui a la mierda. Después no la atendí más.
Luego de esas palabras no conseguimos más información sobre la dama en cuestión, pero le preguntamos algunas cosas sobre nuestro exigente director, que no incluiremos en la nota por asuntos de índole laboral.
El interrogante abierto es clave: ¿Está preparada la Rectora para manejar un colegio? ¿Sus coléricas e irracionales reacciones deben asustar al estudiantado? ¿Deben inquietar al Consejo Superior? ¿Hernán es un idiota?
Muchas gracias.
*Cualquier intento de adjudicar este diálogo a los guionistas de Sony Television o Fox será en vano.
No será sorpresa para los asiduos concurrentes al establecimiento de Bolívar 263 que G.G. suele operar cargada con un cóctel de pastillas, aceites, brebajes y whisky. Siempre con un pie adelante, decidimos corroborar un supuesto mito urbano.
Hugo, Seba, Freddy, Gonza, Manu, Fede, Charly, Rolo y Mario. Negativo. Proseguimos. El mapa de la droga no daba tregua. En el universo del anonimato, el encubrimiento y la complicidad son moneda corriente. Así es cómo decidimos comenzar a pagar a los portadores de nuestras primicias. A punto de rendirnos, encontramos la respuesta, frente a nuestras narices.
El director de esta revista, frente a las presiones políticas que la crítica sistemática acarrea, se ha hecho fanático de adquirir, ilegalmente, pequeñas dosis de Tandospirona, conocido
ansiolítico contra el estrés y los ataques de pánico (Fuente: Facebook). Luego de reflexionar un poco, comprendimos que la rectora de ninguna forma abusaría de las drogas al alcance del estudiante común, más bien estaríamos ante la presencia de una adicta a los psicofármacos. Así es como, mediante la agenda del celular de nuestro director, encontramos un sospechoso contacto llamado "Mr. X", el presunto proovedor ilegal de dichas sustancias.Discamos. Concretamos una cita para conseguir Ibupirac (no queríamos tener problemas mayores). Fuimos citados a un callejón cercano al establecimiento médico de la Universidad en la calle Hidalgo.
-Buenas tardes Mr. X, ¿Tiene lo nuestro? -Sólo si me mostrás lo mío.*
Nerviosos, hurgamos nuestros bolsillos en busca de una receta. Al instante caímos en la cuenta de que el Ibupirac es de venta libre y de que, además, en el caso de pretender obtener una sustancia de receta médica obligatoria, no la necesitaríamos. Nos tranquilizamos. Le dimos el dinero.
-Antes queríamos hacerle unas preguntas. Tenemos más dinero. -De Segovia yo no hablo. Hace tiempo que no estoy en esa.
Le mostramos una foto de Virginia. Automáticamente se echó para atrás. El pánico inundó su rostró. Lo entendimos, la posibilidad de perder a una gran clienta lo asustaba. Afortunadamente, estábamos preparados para eso. Sacamos más dinero y una foto del Vachap, autografiada. El diálogo que siguió es reproducido a continuación:
-¿Cómo fue su primer contacto con G.G.? -En una fiesta de CTERA, año 2005. Andaba con ganas de algo nuevo. A partir de ahí volvió cada tanto, pero jamás la vi tanto como en el último mes.
-¿Qué sustancias adquiría?
-Usualmente Clonazepam y Ketazolam. La mina estaba presionada, sobre todo vigilada
desde arriba. No era ninguna gila, al principio no mezclaba. Pero a partir de Octubre y con este quilombo, me pedía todo tipo de cosas: Nitrazepam, Triazolam, Stilnox, Foltran, Buspirona, Tranxilium, Duloxetina, Trazodone, Fluvoxamina, Humoryl, Stelapar, y hasta DOV-216603. La guita es la guita, y bueno, vos sabés, yo le daba lo que me pedía. Ella llegaba con olor a Whisky y totalmente perdida. Fue un descontrol, cuando la vi en la tele no lo podía creer, se trababa, no encontraba las palabras, estaba en otra. Espero que esté más rescate porque si se nos va para arriba no sé qué voy a hacer.-¿Usted alguna vez se negó a proporcionarle las drogas?
-Sí, imaginate, yo no soy boludo. La mina empezó a mezclar y a mí ya no me convenía. Mirá si se mataba. O peor loco, mirá si le abrían una investigación y yo caía en cana. Las última vez la mandé a volar, pero me empezó a amenazar. Me dijo que me iba a sancionar, y no me animé a decirle que yo no estoy en su colegio porque la locura a la cual llegó me hizo cagar todo. Así que le di las cosas y me fui a la mierda. Después no la atendí más.
Luego de esas palabras no conseguimos más información sobre la dama en cuestión, pero le preguntamos algunas cosas sobre nuestro exigente director, que no incluiremos en la nota por asuntos de índole laboral.
El interrogante abierto es clave: ¿Está preparada la Rectora para manejar un colegio? ¿Sus coléricas e irracionales reacciones deben asustar al estudiantado? ¿Deben inquietar al Consejo Superior? ¿Hernán es un idiota?
Muchas gracias.
*Cualquier intento de adjudicar este diálogo a los guionistas de Sony Television o Fox será en vano.
JAJAJA ¿hernán es un idota?
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