jueves, 19 de noviembre de 2009

El juego de las 7 diferencias

Estas dos notas parecen iguales, pero no lo son. Detrás de su engañosa apariencia similar se esconden casi imperceptibles diferencias.

¿Te animás a encontrarlas?

Una gestión populista

Pepe Eliaschev
Para LA NACION

Jueves 8 de octubre de 2009

Escena patética que produce vergüenza: la rectora del colegio negocia con los "chicos" en un bar. Muchos de quienes desplegamos seis años de vida en Bolívar 263 sentimos igual dolor. También en el Colegio Nacional de Buenos Aires se pacta al margen de las instituciones. El viejo y venerable Colegio de la Patria legitima la sacrosanta institución del apriete.

La gestión de Virginia González Gass transpira demagogia y populismo, una desgracia en un establecimiento laico y gratuito, baluarte de la educación pública de excelencia, donde mérito, esfuerzo y talento eran prioritarios.

Un funesto corrimiento de sentidos empapa ahora la vida del Nacional Buenos Aires. Una exaltación obsecuente de la supuesta razonabilidad de los alumnos legitima exigencias absurdas y desorbitadas.

El colegio está cerrado hace siete días. Un grupo de estudiantes recordó la Noche de los Lápices, el 16 de septiembre, faltando a clase todo el día. La responsabilidad es de una rectora inapropiada, dirigente sindical, más que heredera del cargo prestigiado por Amadeo Jacques, Juan Nielsen y Florentino Sanguinetti, que un día antes, el 15, permitió la concurrencia voluntaria a clase para dedicarlo a "reflexionar" sobre la dictadura militar.

Se exalta una supuesta democracia de gestión. Chicos de 13 a 17 años comparten decisiones con autoridades que los lisonjean como punteros políticos. Tras la gestión del rector Horacio Sanguinetti, esta realidad es deprimente.

Con principios centrales abandonados, una democratización supuestamente igualitaria destroza un ámbito prestigioso y reconocido. Los alumnos, cortejados con indulgencia dañina, reproducen realidades nacionales donde el desorden deliberado, el desconocimiento del esfuerzo como principio cardinal y la vulneración de las instituciones son rutina. La rectora arreglando con los revoltosos en un bar es una foto desasosegante y fiel de esta decadencia.

El autor es periodista y escritor, y egresó del Colegio en 1964


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Del caos y la desinstitucionalización del Nacional de Buenos Aires

por A. Siperman*

Grande fue el agrado al recibir el llamado de los redactores de esta gaceta, folletín, periódico o, por último, blogspot (por si no creían que me mantengo informado acerca de las novedades tecnológicas). Como todos saben, hace algunos años ya que me alejé de la vicerrectoría del querido colegio, volviendo a desempeñar mi tarea como jurista.Y a pesar de dedicarme a escribir numerosos libros, lo perdí todo: mis sobresueldos, mis pomposas meriendas, inclusive he perdido mi bigote, dejando al descubierto una cara tan pueril que ya no soy recibido en las tertulias que se celebran en las proximidades de la Manzana de las Luces, tertulias a las cuales asistía nuestro fraterno Miguel Cané. No me fue tan grato tampoco ver cómo los valores de mi vida, de mi segunda casa, del gran Nacional, se han desvirtuado, se han desmoronado, y no se me ocurre más que atribuirle estas desgracias a la no tan querida rectora que hoy descansa en el despacho de mi querido compañero Horacio.

Permítanme sentar un interrogante...¿Cómo puede ser que esta mujer, que esta analfabeta, que a duras penas puede deletrar su nombre, se encargue de emanar autoridad, cuando sólo puede emanar un aliento pestilente? ¿Cómo un colegio con tradición, cuna de grandes políticos como Carlos Pellegrini, y de otros no tan grandes, como Aníbal Ibarra, puede ser hoy comandado por un orangután sin el menor sentido de la orientación? Esta pretendida socialista, esta, con el perdón de la palabra...sindicalista, hoy lleva las riendas de nuestro patrimonio, pudriéndoles los sesos con el virus, con la cepa mortal de la ignorancia.

¿No ha advertido las consecuencias catastróficas de sus "políticas reivindicativas"? Cómo puede ocurrírsele modificar el sistema de nivelación de inglés, realizando un sorteo de divisiones, dejando al azar la pertenencia a pedazos de historia, sí señor, como lo son la primera y la séptima división. Me es posible reflexionar, con el tiempo a mis espaldas, mis desaciertos: los Bad Boys no son nada en comparación con el caos reinante. Hoy "manda" acorralada por una horda de feroces bestias estudiantiles, sedientas de poder, que sólo pretenden cogobernar el Colegio, robarle a la Universidad las concesiones, y realizar críticas al manejo de fondos, jactándose de un poder crítico patético, y una visión política difusa. ¡A una débil le entregaste el colegio, oh, Horacio, a una débil! Solía conversar contigo, en las tardes, recibiendo el sol de Bolívar: Primero serán los orientales, luego los zurdos. Hoy el colegio asemeja un mosaico español: rojo y amarillo. Y sí, digo rojo, porque soy una persona con coraje, no permitiéndome jamás la desaventura de trocar la palabra "rojo" por "colorado", pero al mismo tiempo advirtiéndoles de esta amenaza: rojo es terror, rojo es sangre, roja es la cólera, el HIV, los sweaters floggers, la URSS, seguramente rojo era también el color preferido de Wagner, aunque no tenga nada que ver con su encuadramiento político.

A usted le hablo Virginia, porque tengo la virtud de poder mirar a la desgracia a los ojos, tenga la cautela de dar un paso al costado ¿O es que usted nunca leyó a Aristóteles? ¿No sabe reconocer la natural inferioridad de la mujer? Espero tenga a bien la oportunidad de tomar una, una sola decisión acertada en su vida (ya que haber tenido una hermana radical no es un mérito propio), y abandonar este experimento macabro del cual los iluminados jóvenes (vírgenes aún de toda influencia de carácter insurrecto) sólo son víctimas, conejillos de indias.
Pero no desesperéis, queridos amigos. La fuerza de la espada y de la letra quedará resguardada en las más secretas logias y cofradías, como debe resguardarse en tiempos inciertos. Pero ya volverá, con la frente en alto y las barbas crecidas, tal como el Cid Campeador (pido permiso para recomendarles leer, en el próximo año, para ese entonces ya editada, mi primera incursión a la poesía épica, llamada El Cidinsky, una maravillosa obra que resume la tradición lírica más exquisita junto con mi tradición religiosa más arraigada). Me despido con un fuerte apretón de manos y un gesto de paz.


*Abogado, ex vicerrector en el turno tarde, autor de numerosos libros de derecho y teoría política, entre ellos Una apuesta por la libertad. Isaiah Berlin y el pensamiento trágico (2000), Pensamiento trágico y democracia (2003) y El drama y la nostalgia. Racismo político, Wagner y la memoria reaccionaria (2005).

5 comentarios:

  1. ocho puto, ya no bardeas al resto tampoco?

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  2. Da la cara, logi.

    Nota: no soy el eje. Redactores del eje favor de no convertirme en el nuevo toler.

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  3. nananannana q hijo de puta siperman.
    Realmente este crápula no deja de sorprenderme
    y Uds gente del eje tmp,estan en todo,son increíbles. tienen como una suerte de rastreador portátil de la realidad. Los felicito

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  4. pd: casi me olvido,
    destaco por sobre todas las cosas su creatividad!
    son geniales... pocas veces leí algo tan cercano a lo q hubiera sido el pensamiento puro de este forro como la carta q inventaron de siperman...
    tmp comente la nota de la nacion: q se puede esperar...es la nacion.

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  5. em, me da paja leer todo

    no hay un resumen?

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