El FEL en un orfanato

El FEL en un orfanato

Tras la conocida expulsión del Frente de Estudiantes en Lucha de uno de los principales partidos trotskystas dentro del país, sus militantes han quedado sin una estructura política a nivel nacional, y no sólo eso, sino también, sin casa. Hace unos días, nos llegó un mensaje al contestador automático de la redacción, el cual aseveraba que el FEL, en su totalidad, se encontraba en un conocido orfanato de Buenos Aires. Es por eso que, nosotros, paladines de la investigación periodística sin límites, nos aventuramos en la difícil tarea de conseguir más información.

Al comunicarnos con Fernando Guyó, un prestigioso médico del Hospital Elizalde (ex-Casa Cuna, ex-ex- Casa de Expósitos de Buenos Aires), indagamos acerca de la red de orfanatos de la ciudad. El gentil profesional nos proporcionó números de los orfanatos más afamados de la capital, y tras gastar mucho dinero en llamados, dimos con lo que buscábamos: hablamos con Mario Etchegaray, director del orfanato "Brazos Abiertos", ubicado en Parque Chacabuco. Mario, en comunicación exclusiva, accedió a darnos algunos detalles sobre la situación de los militantes en dicho orfanato: "En una de nuestras rondas diurnas en búsqueda de huérfanos y pequeños vagabundos, nos encontramos con una postal aterradora: una veintena de jóvenes, provenientes del Nacional Buenos Aires y el Carlos Pellegrini, acostados en una esquina, tapándose con antiguos ejemplares de Prensa Obrera. Sin dudarlo pedimos una traffic y los llevamos al hogar. Fue difícil, algunos pensaron que los estábamos llevando en cana por zurdos, y empezaron a resistirse y gritar consignas contra la policía".
Nuestro querido filántropo nos comentó también lo que fueron los primeros momentos de los jóvenes en el orfelinato "Ya no teníamos lugar en el pabellón de adolescentes, entonces los llevamos con los bebés...fue el comienzo de algo horrible". Según el experto en caridad, los chicos comenzaron a entrenar a los bebés en la tarea revolucionaria, y luego de algunos días, los críos vociferaban en un dialecto vocálico cánticos contra "el monopolio de la leche", y luchaban por una "autogestión del chupete".

A través de un enviado especial conocimos más detalles y supimos que los revoltosos se hacen llamar "La cortina de hierro", pero no en alusión a la URSS, sino refiriéndose al sulfato ferroso, conocido complemento que se administra en gotas orales a niños deficientes en hierro. Al parecer, su primer golpe consistió en el secuestro de un cargamento de FESO4, y la posterior denuncia a los grandes laboratorios del capitalismo, que "lucran con la anemia ferropénica de los más pequeños".
Nuestro enviado también entrevistó a Jorge, un canillita de Constitución ,que se encuentra en el pabellón de niños entre los 7 y 12 años: "No sé loco, porque acá no llegó nada todavía, pero desde acá se escucha mucho quilombo. El otro día me mandé a ver qué onda y había un piquete gigante". Según pudimos investigar, los preuniversitarios están armando una fuerza de choque en el orfanato, usando como piqueteros a los pequeños a los cuales ya les salieron los primeros dientes. Entre las técnicas más utilizadas por la nueva fuerza revolucionaria se encuentran la quema de pañales, la tira de pedos indiscriminados, y proyectiles de puré de manzana. Los principales dirigentes, Nicolás Segal y Federico Shujman, se mueven en cochecitos, y son vistos arengando a los bebés, que agitan sus chupetes en ritmo revolucionario.


El último episodio protagonizado por los huérfanos políticos ha sido la impresión de volantes con dibujitos de Tom y Jerry, denunciando "los mecanismos de opresión de Jerry contra Tom". En el último comunicado, se ha declarado "la guerra de baba".